En baloncesto hay un contacto continuo entre los competidores y con los propios compañeros. En este deporte de equipo, los jugadores realizan aceleraciones y desaceleraciones, carreras, saltos, repetición de gestos, etcétera. En todas estas acciones existe un riesgo de lesión y, al contrario de lo que muchos piensan, la mayor parte de ellas afectan a las extremidades inferiores.
Las lesiones pueden ser traumáticas o por sobrecarga. Las primeras se desencadenan tras un impacto, golpe, colisión, etcétera, mientras que las segundas se pueden producir por someter al cuerpo a sobreesfuerzos, por la repetición regular de malos gestos o por una preparación física inadecuada, entre otras causas.
Rodilla y tobillo, los peor parados
Son muchos los que al pensar en lesiones de jugadores de baloncesto piensan que la parte más lesiva son las manos y los brazos, sin embargo el tobillo y la rodilla suelen ser las zonas más afectadas.
El esguince de tobillo es una de las lesiones más comunes. Se produce cuando los ligamentos, que son los tejidos que conectan nuestros huesos, se estiran o rompen. Hay hasta tres grados, dependiendo de la intensidad. En el grado 1 los ligamentos solo se estiran, en el 2 los ligamentos están parcialmente desgarrados, y en el 3 hay una rotura total de los ligamentos.
Las rodillas son las que soportan la mayor parte del peso de nuestro cuerpo. Los golpes, caídas, saltos, aceleraciones y desaceleraciones bruscas, un cambio rápido de dirección… pueden dañarlas.
En la rodilla tenemos cuatro ligamentos principales: el lateral interno, el lateral externo, el cruzado posterior y el cruzado anterior. Una de las lesiones más frecuentes en esta zona es el esguince o desgarro del ligamento cruzado anterior y esta lesión no suele venir sola, sino que probablemente venga acompañada de daños en otras estructuras como el cartílago articular, los meniscos, otros ligamentos, etcétera.
Tratamientos con plasma rico en factores de crecimiento
En Surbone realizamos tratamientos con plasma rico en factores de crecimiento, especialmente indicados para lesiones musculares, articulares, tendinosas y ligamentosas. Con ellos, logramos reducir el tiempo de recuperación, disminuir el dolor y mejorar la movilidad.
Los factores de crecimiento se encuentran en nuestra sangre. Para realizar este tratamiento, necesitamos realizar una extracción. Se trata de un tratamiento personalizado, mínimamente invasivo y que no presenta rechazo ni reacciones alérgicas.
En este tipo de tratamiento se realizan tres sesiones de infiltraciones, con una frecuencia aproximada de una por semana. No requiere ingreso hospitalario ni intervención quirúrgica.
Infiltraciones de ácido hialurónico
Otro tratamiento que realizamos en nuestra clínica y que está indicado para las lesiones de cartílago en tobillo y rodilla son las infiltraciones con ácido hialurónico. Con esta sustancia logramos mejorar la viscosidad del líquido articular y disminuir el dolor e inflamación.
En este tratamiento realizamos una sola infiltración para inyectar el ácido hialurónico. El equipo médico de nuestra clínica indicará al paciente cuándo es necesaria la siguiente dosis.
Convenios con federaciones deportivas gallegas
En Surbone tenemos acuerdos con las mutuas de gran parte de las federaciones deportivas de Galicia. Si tienes dudas sobre alguno de los aspectos tratados en este artículo, pide cita en nuestra clínica en el teléfono: 981 90 40 00.