En nuestro anterior artículo, charlamos con el jugador profesional Martín Sánchez Piñeiro y con el entrenador Luis Freire Merayo, para conocer su punto de vista sobre las particularidades del pádel.
Ahora, queremos aportaros la visión de nuestro equipo médico (los doctores Jorge González-Zabaleta, Francisco Javier Vázquez y Víctor Manuel Moreno) sobre los riesgos a los que se exponen los jugadores de este deporte, las lesiones más frecuentes, sus causas y unas pautas de prevención de las mismas.
¿Cuáles son los principales riesgos a los que se exponen los jugadores de pádel?
El pádel, a pesar de lo que pueda parecer, es un deporte dinámico de alta intensidad. En este sentido, podríamos considerarlo de riesgo intermedio entre el squash (mayor riesgo) y el tenis (menor riesgo), dentro del grupo de los deportes de raqueta.
Las características propias del deporte -que incluye numerosos cambios de ritmo y dirección de los miembros inferiores- condicionan las lesiones que pueden aparecer. A su vez, el hecho de manejar la raqueta con los brazos genera un grupo de lesiones, con frecuencia, por repetición de movimientos.
¿Cuáles son las zonas que más sufren en este deporte?
En las piernas: las rodillas y tobillos, por las torsiones. En los miembros superiores: los hombros, codos y muñecas, destacan entre las lesiones articulares más prevalentes.
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes entre los jugadores de pádel?
Las lesiones de menisco y ligamentos cruzados en la rodilla, o esguinces y fracturas en los tobillos. El tendón de Aquilestambién es especialmente sensible dado el riesgo de ruptura en las arrancadas bruscas propias de esta actividad.
Sobreentrenamiento, desconocimiento de la técnica deportiva, una mala preparación física y practicar deporte con un calzado inadecuado, figuran entre las causas frecuentes de las lesiones deportivas a nivel general. ¿Y en el pádel?
Por supuesto, el pádel no podría ser una excepción a este nivel. Al margen de las lesiones generales por falta de preparación física, calentamiento o fatiga, se añade un grupo especial de lesiones, fundamentalmente del miembro superior relacionadas con un defecto en la técnica.
El papel de los entrenadores y preparadores físicos es crucial en la prevención. Como cualquier destreza manual, aprender los gestos técnicamente más correctos ayuda a prevenir lesiones como la epicondilitis, las tendinitis de los rotadores e incluso las lesiones por fatiga muscular precoz.
El entrenador no solo es responsable de los consejos técnicos o físicos del jugador de pádel, sino que juega un papel fundamental en la elección del material que este utiliza. En este sentido, utilizar un calzado específico de base ancha disminuye el riesgo de torsión de los tobillos. Asimismo, la elección de una raqueta con un peso adecuadominimiza las lesiones tendinosas de codo y muñeca.
¿Cómo influye realizar un calentamiento y/o enfriamiento incorrectos?
Como en cualquier tipo de deporte, es fácilmente entendible, que una musculatura fuera de su condición óptima (ya sea por falta de calentamiento, por fatiga o por una solicitud mecánica excesiva), facilita de forma crucial la producción de lesiones.
Por poner un ejemplo, un coche con las ruedas deterioradas produce una repercusión directa sobre la conservación de los amortiguadores, frenos, etc. En nuestro organismo ocurre exactamente lo mismo, la musculatura actúa como estabilizador articular dinámico y su estado óptimo protege a las articulaciones de las lesiones que pudieran producirse.
Recomendaciones para evitar lesiones
- Calienta durante cinco o diez minutos antes del partido.
- Hidrátate correctamente antes y después de la actividad.
- Utiliza zapatillas que dispongan de una buena cámara en el tacón para absorber el golpe.
- No arquees la espalda innecesariamente, ni lleves a cabo movimientos extremos. Recuerda que las paradas y arranques bruscos pueden provocar torceduras moderadas o roturas musculares.
- Tras el partido, dedica unos diez minutos para un estiramiento general de la musculatura del cuerpo. Así evitarás contracturas.
