¿Alguna vez has tenido que detener tu marcha al notar un dolor agudo en la planta del pie, similar a una descarga?

Esta situación se asocia a una patología común denominada neuroma de Morton, cuya prevalencia se estima en el 30% de la población. Más frecuente en mujeres que en hombres, esta afección surge por la irritación y engrosamiento del tejido que recubre el nervio interdigital común a su paso entre el tercer y cuarto metatarsianos, si bien puede también darse en otras localizaciones intermetatarsales, como es la correspondiente al segundo espacio interdigital.

Síntomas

Como neuropatía por compresión, ocasiona una sintomatología muy característica que incluye:

• Dolor punzante en la cara plantar anterior del pie, similar a una descarga eléctrica
• Sensación de ardor localizado, que en ocasiones se irradia hacia los dedos
• Malestar progresivo, agravado con la actividad y que solo cesa o se reduce al pararse y masajear la zona
• Entumecimiento u hormigueo
• Sensación de tener una piedra en el zapato o una arruga en el calcetín

Causas

Entre las posibles causas del neuroma de Morton se incluyen varios factores etiológicos:

• Acortamiento de la musculatura posterior de la pierna
• Pronación del pie muy acentuada, que incrementa la presión en la zona
• Uso excesivo o prolongado de zapatos de punta estrecha y/o tacón, que comprimen la región metatarsal y provocan una sobrecarga a nivel de antepié
• Presencia de deformidades como el hallux abductus valgus, dedos en garra o martillo o pie plano o cavo
• Traumatismos directos o prácticas deportivas de impacto repetitivo sobre la planta del pie, tales como correr o bailar

Tratamiento

En algunos casos, la primera línea de tratamiento incluye medidas conservadoras como la fisioterapia, las ortesis plantares con descargas, el cambio de calzado o las infiltraciones de corticoides. De no mejorar la sintomatología o encontrarnos ante neuromas de más de 8 mm de diámetro se valoraría la cirugía, que grosso modo consiste en la liberación del nervio afectado empleando la técnica más adecuada a cada caso en concreto. Así, la neurolisis puede realizarse retirando parte del tejido que recubre el nervio afectado o actuando sobre el ligamento intermetatarsiano correspondiente, entre otras técnicas.

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