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La displasia del desarrollo de la cadera y sus consecuencias en la edad adulta

La displasia del desarrollo de la cadera (DDC) es una afección infantil que está presente en el nacimiento y que, si no es tratada correctamente, con el paso de los años, puede derivar en artrosis y requerir una prótesis.

Antes de comenzar a abordar este tema, recordamos que la cadera es la articulación que une el fémur con la pelvis. Está conformada por la cabeza del fémur y el acetábulo, una oquedad que hay en el hueso de la pelvis. En torno a estos huesos se encuentran la membrana sinovial, los ligamentos y diferentes músculos.

¿Qué es la displasia del desarrollo de la cadera?

Es una dislocación de la articulación de la cadera que está presente al nacer. Se produce cuando hay una anomalía en la alineación de los huesos que conforman esta articulación, que puede ser debida a una deformación de una de las partes (cabeza del fémur o acetábulo) o de ambas.

Displasia de cadera y sus consecuencias en adultos.
Secuela de displasia de cadera en adulto que precisa implante de prótesis total

Factores predisponentes

Se desconoce la causa y es más frecuente en las niñas. Entre los principales factores podemos citar:

  • Bajos niveles de líquido amniótico.
  • Que el bebé haya estado de nalgas durante el embarazo.
  • Que sea primogénito.
  • Que haya tenido un peso elevado al nacer.
  • Existencia de antecedentes familiares de este trastorno.

En el screening que realiza el pediatra al recién nacido se puede detectar si padece una displasia de cadera o si existe la posibilidad de que se pueda dislocar. Existen varios procedimientos para identificar esta afección, el más común es la exploración física de las caderas.

El traumatólogo infantil será el encargado del tratamiento, si se detecta esta anomalía, y este dependerá del nivel de afectación y de la edad del niño. Por lo general, si se diagnostica en los primeros seis meses de vida requerirá la colocación de un dispositivo ortopédico (arnés). Si esta medida no funciona, o si la DDC se detecta tras los seis meses, es probable que sea precisa una intervención quirúrgica.

Artrosis y prótesis, consecuencias de la displasia de cadera

Si esta displasia no es tratada correctamente tendrá consecuencias en la edad adulta y provocará una coxartrosis o artrosis de cadera. Una enfermedad que consiste en la degeneración progresiva del cartílago de esta articulación.

A este tipo de artrosis se le denomina secundaria, porque es debida a la DDC, y puede requerir el implante de una prótesis. De hecho, junto a la patología degenerativa de la rodilla, es la principal causa de la cirugía protésica reconstructiva.

Entre los síntomas destacamos el dolor que inicialmente aumenta con la actividad pero que con el paso del tiempo puede aparecer en reposo, incapacidad funcional y pérdida de fuerza.

La artrosis no tiene cura pero sí que podemos aliviar sus síntomas y retrasar su evolución. Primero se intentará un tratamiento conservador que incluye la prescripción de analgésicos y antiinflamatorios, uso de bastones o muletas, fisioterapia, etcétera.

Cuando fracasa el tratamiento no quirúrgico, el paciente sufre limitaciones funcionales severas y mucho dolor, será necesaria una intervención para reemplazar la articulación por una prótesis.

Esta artrosis secundaria tiene una particularidad y que hace más exigente y difícil el implante de la prótesis de cadera, puesto que la formación de la estructura ósea de la cadera no se lleva a cabo con normalidad.

Es muy importante un diagnóstico precoz de la displasia de cadera, ya que cuanto antes se detecte más posibilidades hay de tratamiento y de paliar las consecuencias de la enfermedad.

 

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