“Tengo un bulto duro en el talón”, así nos describen algunos pacientes esta lesión que afecta al tendón de Aquiles en la zona en la que se une al calcáneo. Te contamos qué es y cuál es su tratamiento.
El síndrome de Haglund debe su nombre al cirujano ortopédico sueco Patrick Haglund, que en 1928 describía por primera vez esta lesión y reseñaba la alta incidencia de la misma entre la gente que utilizaba un calzado muy ceñido.
¿Qué es?
Es una lesión dolorosa que se forma en la zona posterior del talón, concretamente en la parte superior del hueso calcáneo, en la intersección con el tendón de Aquiles, asociada a una deformidad o prominencia ósea.
Se trata de una alteración en la morfología del calcáneo que con el tiempo puede ir causando lesiones en el tendón de Aquiles y/o inflamación de la bursa retrocalcánea.
Es muy frecuente entre los deportistas, sobre todo en corredores, triatletas u otras actividades de impacto, aunque la puede sufrir cualquier persona en uno o en los dos pies.
Factores predisponentes
Utilización de calzado apretado de manera reiterada.
El arco plantar aumentado o pie cavo.
Acortamiento de la musculatura posterior de la pierna.
Inestabilidad en la pisada.
Cualquier situación reincidente que provoque una fricción entre el tendón de Aquiles y el hueso calcáneo.
Síntomas
Dolor focal en la inserción del tendón de Aquiles y también al realizar una flexión dorsal del pie. Este suele darse al inicio de la práctica deportiva y en actividades como subir y bajar escaleras.
Es normal que el dolor empeore, sobre todo si no se disminuye el nivel de exigencia a la zona afectada.
Inflamación en la zona posterior del talón y enrojecimiento.
Hiperqueratosis o engrosamiento de la piel en la zona posterior del talón.
Enrojecimiento y rozaduras.
¿Cómo se diagnostica?
A través de los resultados de la exploración física del tobillo. El diagnóstico se confirma con pruebas complementarias como radiografías, ecografías y resonancia magnética nuclear.
Tratamiento
El tratamiento conservador incluye fisioterapia y la pauta de antiinflamatorios no esteroideos o analgésicos. Se puede indicar también el uso de calzado sin talón ni tacón alto, plantillas o alzas. Es frecuente el uso de cuñas o taloneras.
Aplicación de ondas de choque focales sobre la calcificación.
Infiltraciones de citoquinas o de plasma rico en factores de crecimiento en la zona para disminuir la inflamación y el dolor.
Si a los seis meses no se consigue mejoría, es probable que se plantee la opción quirúrgica.
La operación se realiza en la esquina posterosuperior del calcáneo. Hay que eliminar la prolongación ósea que choca en el Aquiles. Si la deformidad es muy pequeña, se puede quitar a través de una artroscopia (cirugía mínimamente invasiva).
Lo habitual es realizarla a través de cirugía denominada calcaneoplastia abierta con abordaje lateral o medial con la que se elimina el exceso de hueso y si es necesario se repara el tendón dañado.
Por lo general, tras la cirugía, la recuperación requiere unos 2 meses para la actividad normal y otros 2 o 3 para la deportiva, aunque depende de cada paciente y del grado de las lesiones.
Si sufres dolor en la zona del tendón de Aquiles y quieres que evaluemos tu caso, pide cita en Surbone llamando al 981 90 40 00.