Es probable que hayas oído hablar de esta lesión como fractura de muñeca, puesto que se localiza la zona lateral de la muñeca, pero su nombre correcto es fractura distal del radio. Una lesión común que tratamos con mucha frecuencia en Surbone y en la que es de vital importancia un correcto diagnóstico para evitar sorpresas desagradables.
En el antebrazo se sitúan los huesos cúbito y radio, siendo este último el más grande de los dos y el que más se rompe por caídas comunes. Hace unas semanas conocíamos que el jugador Leo Messi se lo había fracturado a la altura del codo. A estas se les denomina fractura de la zona proximal del radio.
Como curiosidad, os informamos de las fracturas distales del radio ya fueron documentadas a finales del siglo XVIII. El doctor Pouteau las describió nada menos que en 1783. Le siguieron publicaciones posteriores de otros muchos médicos. En 1814, el cirujano Abraham Colles, la definió como fractura transversal transmetafisaria del radio inmediatamente por encima de la muñeca (3 cm), con desplazamiento dorsal del fragmento distal (aunque muchas no están desplazadas). Esta es una de las fracturas más comunes y recibe el nombre de Colles en honor a este médico.
¿Cómo sucede este tipo de fractura?
En la mayoría de las ocasiones se produce tras una caída con la mano extendida. Cuando caemos, por acto reflejo, apoyamos la mano, para intentar amortiguar el daño, y esta fractura suele ser el resultado del fuerte impacto que recibe. Esta sería el ejemplo de la mencionada fractura de Colles, la cual representa casi el 90% de las fracturas típicas del radio.
Está muy asociada a caídas en la práctica de esquí, patinaje, bicicleta o en deportes de contacto. También puede producirse por un traumatismo tras un accidente.
Es más frecuente en mujeres que en hombres y aumenta la incidencia en personas de edad avanzada, debido en gran parte al debilitamiento de los huesos producido por la osteoporosis.
Cuando la caída se produce con la mano flexionada, recibe el nombre de fractura de Smith o Colles invertida porque el fragmento distal se desplaza hacia la cara palmar del radio. Es mucho menos frecuente que la anterior.
Otra más compleja, y también menos frecuente, es la denominada fractura-luxación de Barton, en la que hay desplazamiento del carpo y de los fragmentos de las fracturas.
Síntomas
El dolor inmediato es uno de los síntomas principales. También se puede apreciar dolor a la palpitación, inflamación, deformidad de la muñeca, pérdida de función de la muñeca, dificultad para coger objetos, hormigueo…
Nunca se debe intentar mover la mano o muñeca de la persona lesionada, pues podría causarle alguna lesión mayor. Es necesario acudir a un centro médico de inmediato para recibir asistencia.
Cómo la diagnosticamos
Para conocer el alcance de la fractura lo primero es realizar una radiografía. A veces, para valorar la verdadera magnitud de la misma, incluso precisamos realizar una tomografía axial computarizada (TAC) o una resonancia magnética (RM). Con ellas podemos identificar fragmentos intraarticulares que no podemos observar en las radiografías u otro tipo de lesiones asociadas (que haya ligamentos afectados, fractura del escafoides…).
Con una artroscopia de muñeca también podemos completar el diagnóstico de posibles lesiones articulares y ligamentarias, que no son evidentes en estudios de imagen.
Es fundamental un excelente diagnóstico para evitar futuras complicaciones.
¿Yeso o cirugía?
La fractura distal del radio puede tratarse de dos formas distintas: con yeso (tratamiento conservador) o con cirugía. La elección de una u otra dependerá de múltiples factores como el tipo de fractura, las características del paciente, la existencia de lesiones asociadas, etcétera.
El objetivo es restaurar el movimiento de la mano y para ello es necesario recolocar las piezas fragmentadas.
En un tratamiento conservador si es necesario reducimos la fractura (recolocamos en su lugar las piezas fracturadas) y posteriormente inmovilizamos el brazo para que se consolide en una correcta posición. Para ello utilizamos escayola, que se suele retirar en unas 6 semanas.
Cuando la fractura requiere cirugía, es probable que sea necesaria la colocación de tornillos o placas metálicas para fijar el hueso.
Tras una fractura de este tipo, perfectamente diagnosticada y tratada, la mayoría de los pacientes retoman todas las actividades que realizaban antes de la fractura.