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La sutura meniscal y la importancia de un diagnóstico temprano

La medicina es una ciencia en constante desarrollo, en la que la actuación ante ciertas dolencias varía en función de nuestros conocimientos. Hoy hablamos de los tratamientos referentes a la rotura del menisco, que han evolucionado notablemente durante los últimos años. Aunque antaño apenas se realizaba, actualmente la sutura meniscal es la medida prioritaria ante una lesión de estas características ya que permite una recuperación mucho más completa y reduce los riesgos de que aparezca la artrosis.

Los meniscos son dos estructuras fibrocartilaginosas que se encuentran en la rodilla, entre la tibia y el fémur. Ejercen de amortiguadores, proporcionan estabilidad y ayudan al reparto de carga en la articulación. Se estima que transmiten de un 50 a un 70 por ciento de la carga con la rodilla en extensión, y alrededor de un 90% en flexión. Tenemos dos: el menisco interno o medial y el menisco externo o lateral.

Posibles tratamientos

Anteriormente, ante la rotura del menisco se optaba por la meniscectomía total o parcial: la extirpación del menisco o de una parte. Aunque con esta opción el tiempo de recuperación es menor, puesto que se puede regresar a la actividad en uno o dos meses, actualmente se desaconseja ya que suele provocar la aparición temprana de artrosis. Esta es la primera causa de discapacidad en edad avanzada. No tiene cura, pero existen tratamientos que ayudan a paliar sus consecuencias.

Hoy en día la prioridad es la sutura meniscal, especialmente en pacientes jóvenes. Se conserva el menisco en su totalidad y consiste en coser los fragmentos entre sí o estos a la pared capsular de la articulación. Se realiza mediante artroscopia, con mínimas incisiones y sin cirugía abierta, y requiere anestesia local o raquídea.

Tras la operación el paciente deberá guardar un reposo de tres semanas sin apoyar el pie y a continuación someterse a rehabilitación. Si el proceso es satisfactorio, se puede recuperar la normalidad en un plazo que oscila de tres a seis meses.

El tiempo es clave

Desde Surbone enfatizamos la importancia de un diagnóstico precoz para acometer una operación de estas características. Los estudios indican que la sutura meniscal no debe demorarse más de seis semanas, ya que un retraso en la consulta puede implicar que la única alternativa sea la extirpación del menisco dañado. En muchos casos esto aboca al paciente a padecer artrosis, incluso en edades jóvenes.

Si tienes alguna molestia, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para estudiar con precisión qué lesión sufres y cuál es el tratamiento más adecuado para tu caso.

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