Una vez que el traumatólogo especialista en rodilla ha determinado la idoneidad de recurrir a la cirugía para implantar una prótesis de rodilla, antes de la intervención hay una serie de preparativos que el paciente debe cumplir.
Habitualmente el ingreso en el Hospital se produce el mismo día de la intervención. Es conveniente que el paciente tenga apuntadas sus enfermedades, operaciones, alergias y medicación que toma regularmente, ya que el personal de enfermería le preguntará sobre su historial médico.
El día de la intervención, antes de pasar al quirófano:
La intervención dura entre 1 y 2 horas y la anestesia puede ser general o epidural, dependiendo de cada caso. En la cirugía de la rodilla a menudo se pierde una considerable cantidad de sangre y para reponerla se necesitan transfusiones.
La operación de prótesis de rodilla está considerada una intervención de cirugía mayor, muy estandarizada y con poca frecuencia de complicaciones. Sin embargo, como en cualquier intervención quirúrgica, puede presentarse alguna.
Las complicaciones más comunes no están directamente relacionadas con la rodilla y generalmente no complican el resultado de la operación. Suele tratarse de infecciones urinarias o respiratorias y de la aparición de coágulos en las venas de la pierna (trombosis). Para disminuir estas posibilidades se usan antibióticos y anticoagulantes antes y después de la intervención.
Las complicaciones que afectan a la rodilla, si bien son menos comunes, en caso de presentarse condicionan el éxito de la operación porque ocasionan: