Artroscopia de rodilla

En la Clínica Surbone somos especialistas en artroscopia de rodilla, uno de los procedimientos más habituales en cirugía ortopédica, tanto para el diagnóstico como para el tratamiento de la articulación. Cuenta además con la ventaja de ser un procedimiento mínimamente invasivo.

La artroscopia comienza con dos pequeñas incisiones realizadas por el cirujano alrededor de la rodilla, a través de las que introduce suero fisiológico. Esto permite observar las estructuras con claridad. El lavado continuo de la articulación disminuye al mínimo el riesgo de infección. A continuación, se introduce el artroscopio (cámara) por una de las incisiones y el instrumental que necesite para la reparación por otra incisión.

Para la artroscopia de rodilla se suele utilizar anestesia raquídea (epidural), que permiten que tanto el cirujano como el paciente (si lo desea) puedan observar la cirugía.

Al final de la artroscopia, se cierran las incisiones con puntos de sutura y se cubren con un pequeño vendaje que se puede retirar a los 4 o 5 días. En la mayoría de los casos, el paciente regresa a su casa el mismo día de la cirugía. Tras la artroscopia, se aplica un vendaje en la rodilla y es probable que sea necesario utilizar muletas durante algún tiempo. El cirujano le dará también un programa de ejercicios a seguir.

Puedes pedir cita en Surbone para resolver todas tus dudas sobre la artroscopia de rodilla.